GALERIA NACIONAL DE BELLAS ARTES
Exposición Homenaje a Guillo Pérez
CON MOTIVO AL PREMIO FUNDACION CORRIPIO 2012 EN LAS ARTES
OCTUBRE 16-NOVIEMBRE 11
DISCURSO DE APERTURA DE LA DIRECTORA DE LA GALERIA NACIONAL DE BELLAS ARTES SRA.MARIANNE DE TOLENTINO
Es un momento excepcional para la Galería Nacional de Bellas Artes, y nos complace especialmente que el Ministerio de Cultura y la Dirección General de Bellas Artes hayan dado su auspicio a la actividad de esta noche.
La exposición Homenaje a Guillo Pérez tiene, como toda gran exposición, varios aspectos que ameritan ser destacados. Quisiéramos empezar por lo que es su motivación principal: la atribución del Premio Fundación Corripio 2012 en el Arte, este año en la categoría Pintura, una alta distinción nacional para toda una vida dedicada al arte. ¿Quien, mejor que Guillo Pérez merecía ese reconocimiento, hasta el punto de que no sabemos si el honor es para don Guillo, o para el premio por haber sido ototorgado a una personalidad incomparable? En esta circunstancia nos sentimos un poco juez y parte, ya que, junto a Sara Hermann y don Jacinto Gimbernard, hemos compartido la responsabilidad de la premación, pero lo percibimos más bien como una feliz coincidencia…
Hemos querido pues para celebrar ese galardón otorgado a una gloria nacional del arte dominicano, realizar una muestra especial en la GNBA, en este Palacio de Bellas Artes que era como una segunda casa para Guillo, donde por supuesto él expuso, donde también él enseñó y estimuló vocaciones por el arte. Un famoso historiador y crítico de arte, Clement Greenberg, emitió un juicio, al respecto de los artistas del siglo XX que haríamos nuestro para este maestro del arte dominicano: “Los héroes de la escultura y de la pintura de ese período se autodefinen a si mismos frente a una verdadera formación de seguidores (…), se mantuvieron, y se mantienen todavía como auténticos héroes.” Así, Guillo Pérez ha formado verdaderamente a incontables seguidores, y él es un héroe del arte dominicano. Repetirlo es sencillamente reconocer…
Logramos organizar esta exposición gracias a los hermosos cuadros que nos cedieron familia y allegados del maestro mocano, a su esposa Amalia, a su hijo Willy, a doña Ana, a Luis Felipe Cartagena y la Galería de arte Shanell. También prestaron pinturas muy importantes, en Santiago el Centro León y la colección Eduardo León Jimenes de Artes visuales, en Santo Domingo el Museo de Arte Moderno y su colección institucional permanente. Les agradecemos infinitamente que hayan hecho posible esta memorable exposición, confiándonos generosamente obras de sus patrimonios respectivas.
El itinerario pictórico de Guillo Pérez, después de su instalación definitiva en Santo Domingo en 1955, ha atravesado varios períodos, distintos y notables todos, que por cierto han sido analizados ampliamente por la crítica y la historia del arte dominicano. No obstante, cualitativamente, han ido realzando más a la abstracción del pintor joven, y, en la figuración, al “constructivismo antillano” -apelación creada por el artista ya consagrado-, una simbiosis de organización formal y de fantasia tropical.
Guillo Pérez recibió sus primeros reconocimientos en la abstracción, alternando ritmos fogosos, superficies agrietadas, colores oscuros y contrastados. Muy pronto, el artista propone una interpretación geometrizante y tonos más luminosos, y pasa a la figuración: panoramas y monumentos coloniales, que conjugan el dominio del espacio, las formas arquitectónicas, las pinceladas efusivas y un colorido ya magistral en armonías difíciles. Con la misma fe que le inspiró a las iglesias seculares y temas sacros, él ha pintado una serie de recuerdos de su estadía en Israel. Simultáneamente, Guillo Pérez plasmaba paisajes rurales, con bohíos y ríos, casas y campiña criollas, a los cuales seguiría pintando durante décadas
Ahora bien, su sello más definido, duradero y con la mayor difusión, fueron los escenarios de caña y carretas, bueyes y bateyes, llanuras y palmas, a la vez temas de la naturaleza y la vida vernácula, donde aparecía esporádicamente la Catedral de Santiago. Fue el período mayor del constructivismo antillano, vibrante, enérgico y sensible, del cual siempre Guillo Pérez se enorgulleció. En dibujos y pinturas, las raíces y el mestizaje alternan, varian, suman signos antropológicos y étnicos, geográficos y sociales, exaltando a las fuentes amerindia y precolombina en una serie sobresaliente. Observamos que siempre la audacia del virtuoso mostró preocupación por permanecer en contacto con la realidad y que su obra sea comunicativa para todos. El temperamento lírico del artista en su madurez tampoco dejó de expresarse en gallos inconfundibles, con mucho de autorretrato
En fin, cada una de las obras expuestas aquí, suscitaría análisis y comentarios. En síntesis, afirmamos que Guillo Pérez, gran pintor, gran dibujante, no ha dejado de marcar el camino nacional de la estética en sus sucesivos períodos, y expresa la verdadera historia del arte, dominicano, caribeño, universal.
¡Muchas gracias y bienvenidos a esta exposición homenaje!
Marianne de Tolentino
Directora de Galería Nacional de Bellas Artes
BROCHURE EXPOSICION
Palabrras de ING. LUIS FELIPE CARTAGENA, Coleccionista, contenidas en este brochure editado por Ministerio de Cultura, Dirección General de Bellas Artes, y Galería Nacional de Bellas Artes, de Santo Domingo, República Dominicana.
Guillo Pérez, ícono de la plástica dominicana nos ha brindado el deleite del color con la genialidad de quien siente y vive cada pincelada sobre el lienzo. Representa la cultura misma de nuestros antepasados, reflejados en los diferentes temas de sus obras, de una forma tan original que se ha convertido en su identidad reconocida en todo el mundo como el estilo del maestro Guillo Pérez.